sábado, 13 de junio de 2009

Otra vez

Después de años, esa sensación reconfortante...
Sentados mirando todo lo que se nos atravesara en frente para evitar que nuestras miradas se encontraran, y cuando eso pasaba sonreíamos y no sabíamos qué decir, se podía escuchar de nuestras bocas alguna tontería para después retomar la vista del paisaje.
Vinieron las cosquillas, sin ser más que un pretexto para el contacto físico.
Mi cabeza en tu rodilla, sentí tus dedos quitarme suevemente el cabello de mi cara, esos dedos suaves, ese aroma a mandarina, que hoy como hace años me fascina. Tus ojos mirándome con esa ternura.
Nadie dice nada.
Caminamos y un ejercito de palabras agolpadas una sobre otra provoca exaltación y molestia en ambos.
Ya no somos lo que fuimos mi querido amigo, ya no.
Podemos intentarlo, pero nuestros corazones se han mudado a otros corazones, y el mío no volverá a ser tuyo, ni al mí me pertenecerá el vuestro.

No hay comentarios: