miércoles, 17 de junio de 2009

De como nos conocimos El Mar y yo

Era de noche y el viaje había durado casi unas 24 horas, con poca iluminación en el camino empinado dí con él, a través de su sonido lo encontré, rugía fuerte, llegué, y lo ví... sus olas que a lo lejos se formaban con fuerza y que iban a dar hasta mi, el sonido era maravilloso, tan fuerte que casi me daba miedo...
En la noche, cuando estaba a punto de dormir, me mandó una tortuga... el tonto, no sabía que las tortugas no me gustan, ese día lo descubrió seguramente... no se hizo acompañar por el sol, y las aguas que me ofreció, no eran siquiera azules... pero igual me encantó, le robé unas conchita y lo traje conmigo en unas fotos... jugabamos a que me correteaba, yo corría para que no lograra alcanzarme, pero en una ocasión me jaló muy fuerte, como si quisiera que me quedara con él... pero no podía quedarme con él... aunque le dije que regresaría después. Fue lindo conocerte Mar.

1 comentario:

Alberto dijo...

que bonita analogia me latio mucho