sábado, 3 de marzo de 2012

Nada

A veces las nostalgias duelen.
Esta no, y eso es lo terrible.
Al principio dolía, luego quemaba por la rabia, después dio pena, y llego al punto en donde la nostalgia ya no lo es, porque no provoca ningún sentimiento. Ni añoranza ni nada.
Voltear atrás y ya no tener esa incertidumbre de lo que pase mañana, ya no sentir miedo al pensar que vienen tormentas y soledades, es más, casi desear que vengan.
Ya no sentir nada de eso, es a veces peligroso, aunque aún no sé definir bien para quién o para qué es ese peligro.