Yo creo que son muchos menos, pero el lugar se llena de gente el día de la fiesta del pueblo.
Iba a escribir un post largo con todos y cada uno de los detalles de mi viaje a aquél lugar que me hechizó.
Iba también a poner muchas fotos, pero mejor no.
Me quedo con esas imágenes en la mente, de la niña rubia de ojos verdes que iba sentada delande de mí y me sonreía, de las casitas con corredores llenos de macetas y de colores brillantes, de la plaza del pueblo, la gelatinas de limón con rompope de mi tía, el cielo lleno de estrellas en las noches, las luciérnagas en los árboles y los arbustos, los hermosos caballos (me subí a 3!!!), las sonrisas sinceras de la gente de ese lugar.
Si me hubiera quedado un día más, ese pueblo me hubiera convencido de quedarme para siempre en él, con tantas cosas que traigo en la cabeza, de verdad que me seducía la sencillez con que se vive en ese lugar.
Deseo estar ahora allá.

2 comentarios:
Güau...
Me quedo con esa foto de la hacienda, o no sé que sea...
El caso es que está padrísima... Me encanta visitar pueblos, y más si el día está nublado...
Saludos!!
Cheers...
qedate alla seis dias a ver si esa quietud te sigue gustando
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