lunes, 28 de julio de 2008

Domingo perdonado

Creo que el día de ayer quedó redimido el domingo de esa aseveración mía, de que los domingos son los peores días de la semana, por aburridos.
Ayer no.
Hice un tour por la ciudad, la atravesé en el nuevo trenecito.
Comí en casa de mis tíos, esa casa que me gusta mucho, por que parece como de suburbio gringo ese lugar.
Comí muuuy rico y bebí también rico.
Platiqué con ellos sobre temas no escabrosos (por temas escabrosos se puede considerar: la escuela, mi lejana titulación, y cosas de esa calaña).
Miramos una peli y me pude recostar en ese comodísimo sillón de piel reclinable.
Comí esos ricos plátanos que preparó Lourdes, la esposa de mi tío.
Esa carne!!
Hace tiempo que no la comía.
Me lo pasé rico, creo que debería ir más seguido para allá.
Aunque está más lejos que la shit.
Y de regreso pasé con Mon Amour.
Fue un lindo domingo y me gustó el recorrido, la comida, la compañía...
Por eso he perdonado al domingo.

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