jueves, 19 de febrero de 2009

Saudade...
































He caminado muchísimas veces sobre Juárez, y siempre, siempre está ahí sentado, muy concentrado en su trompeta y con esa esa mirada sempiterna de tristeza que invariablemente me hace un nudo en la garganta cada vez que camino por tal calle.
Cuando alguien se acerca y le pone una moneda en su botecito, el levanta un brazo agradeciendo, a la vez que ofrece una sonrisa triste, como su mirada, como siempre.
Y me hago mil historias de él y del porqué de su eterna tristeza.
Lo conozco, así de cerca, desde hace unos cuatro años.
Hoy me atreví a tomarle unas fotos de lejos. Luego me acerqué y le dejé un billete de veinte pesos. Él, levantó su brazo, me regaló su sonrisa triste y dijo gracias, yo le pregunté si podía tomarle una foto, se encogió de hombros y tímidamente dijo un apenas audible "sí". Trató en vano de acomodar un poco su cabello, tomó su trompeta y se dispuso a posar para mí.
Lejos estoy (lo sé perfectamente bien) de ser una buena fotógrafa, pero esa foto que me dejó tomarle tuvo significado para mí.
Sobra decir que me fuí de ahí con los ojos rebosantes de lágrimas, un "nudo ciego" en la garganta y el corazón apachurrado, queriéndome llevar a ese señor a mi casa.
Ya en el camino, recordé: qué torpe! no le pregunté su nombre...

5 comentarios:

Semidios dijo...

tengo corazón muy blando, estas cosas me lo parten

SoPy dijo...

coma... lo quiero abrazar... y a ud darle un zape por no preguntarle...

Unknown dijo...

Precioso. El mundo está lleno de tristeza, pero también de ternura.

COYOLXAUHQUI dijo...

Con veinte pesos y fotos conmovedoras no se combate la miseria del mundo, pero seguramente aliviaste un poco la tristeza de ese hombre...

Me gusta mucho la foto que tomaste de cerca...

Itzaminsky dijo...

Yo tengo un amor platonico por ese hombre....