Domingo en Santo Domingo

Llegué muy temprano.
Pero bueno, después de ver a Liz, no tenía nada que hacer, y uno no sabe que hacer cuando tiene los domingos enteritos para una sola.
Tons decidí quedarme ahí, aunque pensé en el peligro de los tumultos, y pos mejor para no errarle llamé a Rodrigo, quien ya tenía planes, pero me hizo un cachito en sus planes.
Eran las 3 de la tarde y yo ya estaba frente al escenario, había poca gente, así que me quedé ahí. Unos diez minutos después llegó Alen, y otros de la banda, y las 2 voces, y empezó la prueba de sonido. Zaz! que empiezan unos a irse hasta adelante, y pensé que ese era el momento de acercarme, de lo contrario, pos iba a acabar con suerte hasta República de Cuba. Fuí y me aferré a una de las barras de metal que pusieron frente al escenario. De ahí ya no me moví. Y tampoco nadie me movio. Una gorda que estaba a un lado quiso empujarme, pero yo estuve firme, claro, cuando no estaba bailando y brincando.
Fue algo así como supersorprendente, no sé, estuvo increible, con lluvia y todo, así como que lo hizo más padre.
Sí querido lector, si usted no fue, sepa que se perdio de algo magnífico.
Y si fue, pos ahí le dejo estas fotos pa' que recuerde.

















































Prueba de sonido.